CAPELLÁN DE HOGAR DE CRISTO VISITÓ LA COMUNA DE ANGOL
En el marco del mes de la solidaridad, más de 120 estudiantes de las comunas de Angol, Collipulli y Purén, fueron parte de la tercera versión del Encuentro de Jóvenes por Solidaridad y la Justicia Social. La actividad contó con la participación del capellán del Hogar de Cristo, Pablo Walker, quien invitó a los jóvenes a luchar contra la pobreza y la injusticia.
Organizada por la Fundación Hogar de Cristo y el municipio de Angol, a través de su Oficina Municipal de la Juventud, OMJ, la iniciativa, que tuvo lugar en el Liceo Comercial Armando Bravo Bravo, congregó alumnos de enseñanza media de establecimientos municipales, particulares subvencionados y pagados.
LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
En la oportunidad el sacerdote jesuita compartió con los jóvenes y los instó a involucrarse contra el padecimiento de quienes sufren, reconociéndolos como iguales.
“Hemos dado un paso muy importante que tiene que ver con desencadenar solidaridad, parta que nadie en esta ciudad ni al lado, pueda decir la solidaridad es un tema del Hogar de Cristo, ya que hay mucha deuda de formar en solidaridad a los hijos, para que se enteren de tienen otros hermanos, que no tienen su apellido, que viven en otras comunas, que vienen quizás de pueblos originarios, pero que son realmente sus hermanos. Ese ADN puede ser el germen de un país más justo y digno”, comentó Walker.
Además realizó una fuerte crítica al actual modelo de desarrollo, “que ha priorizado solamente el ascenso individual y la pertenencia a una patria, entendiéndola como la descendencia de un padre común. Cuando olvidamos eso nos transformamos meramente en competidores, nos volvemos extractivistas, depredadores en las relaciones, no cuidamos el interés de nuestras ciudades, pagamos salarios que son demasiado mínimos que a veces mantienen a las familias en el hambre”, remarcó.
En ese mismo tenor, el capellán del Hogar de Cristo manifestó que en Chile es necesario trabajar en pos de la igualdad, “por lo que se requiere de esa segregación positiva, que visibiliza la diversidad que tenemos, de manera de poner al día las oportunidades de personas que nacen en cunas que no son de oro y que no les alcanza con lo que puede ser asegurado por el salario mínimo”,
Finalmente aseveró que, "con esto se desafía al mundo adulto con innovaciones de inclusión abriendo las puertas a todos los frentes. Las ciudades también deben hacer cargo de esto y que no sea un asunto del Hogar de Cristo sino del país".
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